domingo, octubre 30, 2005

Violencia al Volante


Producto del viaje a Villa Alemana me toca viajar por aproximadamente 2 horas, utilizando la Costanera Norte y la Ruta 68. Afortunadamente, y en especial la primera, son carreteras en excelente estado, bien señalizadas, con asistencia en ruta y altos estándares de seguridad, lo que implica que están dadas todas las garantías para que el viaje resulte confortable y libre de riesgos. Pero hay un factor que lamentablemente no se puede controlar: la violencia, prepotencia y mala educación de algunos conductores, que no son pocos.

Hay situaciones comunes que se repiten a lo largo del camino: el auto que se te pega atrás a 5 cms. de distancia, el que te hace cambios de luces antes de que puedas hacer alguna maniobra, el zigzagueante que se cambia tres pistas para seguir avanzando, el histérico que avanza por la berma si hay taco y el bus que corre a más de 90 km/h. A todo esto se suma una quemante mirada de odio hacia la derecha, una vez que logran sobrepasarte por la izquierda.

Es una opción correr y disfrutar de la adrenalina en caso de que te guste. Pero siempre y cuando eso no afecte ni estrese a los conductores que van a tu alrededor. Se comete muchos actos de mala educación en la ruta, se pierde el respeto y la convivencia. Se corren grandes riesgos por ganar tiempo que muchas veces no justifica el desprecio que se evidencia. Una cosa es manejar rápido y otra muy diferente es ser roto.