martes, noviembre 22, 2005

Isapres

Tengo rabia. Siempre tengo rabia después de tener que ir a la Isapre.

Hoy fui a hacer un reembolso. El asunto es que para una radiografía, tengo que llevar la orden médica. Si no, no hay reembolso. No soup for you. OK, supongamos que es un requisito, el cual encuentro inválido porque debe ser solicitado sólo por el Centro Radiológico. Pero el asunto es que para decirte todo eso, la señorita de la ventanilla te pone cara y tono de "una vez más te cagamos". No se si será intencional o no. No la culpo, tiene que atender giles desde las 9.00 AM por el mínimo. Ganaría más en un café con piernas.

Hay muchas cosas que me irritan de mi relación con la Isapre. Me siento estafado. Siento que me dan un pésimo servicio, después de invertir muchas lucas en ello. Y cuando digo muchas lucas, son muchas lucas. Alguna vez alguien me explicó que ahora no me conviene, porque soy joven y casi no me enfermo. Pero cuando sea mayor, y sufra de las mas surtidas dolencias, ahi pagarán ellos. Las pelotas. Cuando sea viejo hay dos opciones: o me suben la prima a las nubes, o me pegan una patada en el poto. Welcome back to Fonasa.

Lo que más me empelota es que esto es un barril sin fondo. Conmigo ganan mucho. Y han ganado mucho en los últimos 7 años. Ganan por todos lados. Las mujeres pagan el triple, sobre todo si están en "edad fértil", no importando que el último atraque se lo pegaron en enseñanza media. Si por último esa plata se invirtiera en gente de este país que no tiene acceso a salud, puede ser entendible. Algo de solidaridad alimentaría mi alma al menos y así podría aspirar al purgatorio. Pero el problema es que en este minuto, hay algún ingeniero comercial o industrial, llegando a su casa en La Dehesa, en un Audi que compró con mi plata! Toda la plata que sobra de lo que no usé, no reembolsé por ser sano, se lo están guardando. Y no me van a devolver nada, nunca.

Ahora mismo llamo a la Gordi para proponerle que haga una Isapre estatal. Que lo que sobre de mis cotizaciones vaya destinado a los más pobres, y que financie el AUGE II: Artaza contraataca. Podría cubrir el cáncer capilar, la calvicie nasal y el mal del tordo.