martes, noviembre 29, 2005

Toda una vida

Este año, en mi lugar de trabajo, generamos una iniciativa navideña de ayudar a un hogar de niños de escasos recursos. Apadrinamos un centro de menores llamado Santa Cruz, en el que hay aproximadamente 30 niños, en "situación de riesgo social" como le llaman los entendidos. A pesar de que la Navidad no es la fecha que más me agrade, sino todo lo contrario, prefiero este tipo de iniciativas a jugar al Amigo Secreto, una dinámica con olor a naftalina y desmotivante.

Por momentos me choca que el fin de año traiga este cargamento de solidaridad express, que este sea el minuto de ayudar y no otro. Como si con esto estuviésemos justificandonos, haciendo la buena acción del año. Cerramos y el balance quedó en azul. Por otro lado, peor sería si no se hiciera nada y si al final de cuentas alguien sale ganando - en este caso los niños - mejor hacerlo.

Cada uno debe apadrinar un niño(a). El viernes 16 vamos por la tarde, hacemos una pequeña fiesta, jugamos con ellos, y les entregamos a cada uno su regalo. Suena casi como un delivery, pero no me lo cuestiono más. La niña que apadriné se llama Abigail. Tiene 4 años. Le gustan las muñecas y el color amarillo. Tengo que buscarle un regalo.

¿Que se le puede regalar a una niña desconocida y que no tiene nada? ¿Que hasta ahora crece sin cuidados maternos y paternos, con falta de estimulación y educación? ¿Que probablemente no conoce el mar, no ha andado en caballo, no ha volado en avión, ni ha probado un erizo fresco? ... Le mostraría el mundo entero, le cantaría canciones de Los Beatles, le leería libros de Lewis Carrol, la motivaría a seguir adelante con sus metas, a ser la mejor en lo que hace, a jugar ajedrez y al rin-raja, a bailar, a saltar la cuerda y a leer la enciclopedia por internet. Le enseñaría escribir cartas a sus amigos, a distinguir entre el olor del perejil y el cilantro, a disfrutar de la vida, a cuidar una mascota, a conservar la calma en momentos difíciles, a apagar la televisión, a dormir menos y soñar más.

Una tarde es muy poco para ella. Pero me consuela que tengo una vida entera para mi Juan Pablo :)

3 Comments:

Anonymous Anónimo dijo que ...

Lo único que puedes dar a esta niña es un pequeño espacio de tiempo donde las cosas serán distintas a lo que ella esta habituada.

Ahora bien, tanto tú como ella sabrán desde el principio que ese tiempo se acabará, pero un niño siempre quiere más.

30/11/05 10:12  
Blogger Unknown dijo que ...

Lo más importante que puedes regalarle a Abigail ( y a JPjr) es cariño, respeto y que la traten como a una persona.
Los regalos materiales pasan. El cariño no.

Un abrazo y fuerza.
M

30/11/05 18:54  
Anonymous Anónimo dijo que ...

Parece que mi comentario no quedó registrado, por lo que trataré de repetirlo.

Pienso que es el artículo más lindo que he leido. Y lo más importante que tienes toda una vida para mostrarle a Juanpa todas esas cosas y muchas más y a darle las mejores enseñanzas.

Y ahi te vas a dar cuenta que por un hijo, a veces una vida entera no es suficiente

30/11/05 19:28  

Publicar un comentario

<< Home