jueves, diciembre 08, 2005

La fiesta de Navidad (Parte III)

Lo único que he hecho en estos últimos días es pensar en la fiesta de navidad. Cada detalle, cada globo, cada actividad. Y estoy preocupado porque aún no conseguimos el financiamiento.

En un intento estratégico, estoy viendo la posibilidad que mi empresa aporte el 50% de lo necesario. Tarea dificil, porque según la historia, no hay éxito en iniciativas anteriores. Claramente no es una empresa de beneficencia, pero creo que en nada les afectaría aportar algo. Preferiría que no me dieran caja de navidad, porque no la necesito o que la fiesta de fin de año no fuera en Casa Piedra. Me da lo mismo. Pero en fin, es un tema que no está resuelto y espero que resulte.

Pero lo que más me dio lata durante la semana es que hay un problema de actitud. La iniciativa y el contacto inicial pertenecen a otra persona, a la cual llamaremos Miss Clear. Yo me ofrecí voluntariamente a organizar la fiesta, porque vi que a comienzos de diciembre no había claridad ni ninguna clase de gestión para organizar el tema. Por eso, me estoy concentrando 100% a que todo resulte espectacular. Nuevamente la muralla del financiamiento.

En primera instancia, conversando con Miss Clear respecto de solicitar ayuda a nuestra empresa, que queramos o no estamos representando, noté inseguridad y miedo. Como si al momento de realizar una gestión de estas características, uno fuese inmediatamente sindicado de agitador y revolucionario, con consecuencias nefastas para la reputación propia. Me encontré con una respuesta del tipo: "Si quieres hazlo, pero no me nombres". Paralizante respuesta. Eso es vivir y trabajar con miedo. Quizás es verdad, pero nada peor que trabajar con miedo.

El segundo inconveniente: la calidad de la fiesta, de acuerdo al financiamiento. Según Miss Clear, la fiesta dependerá de lo que alcancemos a juntar. Si juntamos 10 lucas, habrá que pasarle un Super-8 a cada uno y es lo que hay. Que lo lindo está en las cosas simples ... y estoy totalmente de acuerdo con eso. Pero si uno se acerca a una institución y promete una fiesta o similar, debe ser algo bueno, sino mejor no hacer nada. No estamos organizando ni un banquete ni una gran fiesta, farandulera como me dijieron por ahi. Sólo es algo digno, con la mejor de nuestras intenciones y debemos poner todo nuestro esfuerzo. Para estas cosas hay que volar alto, imaginar toda esa felicidad que está pendiente y que por un par de horas estará cerca nuestro.

1 Comments:

Blogger pwins dijo que ...

puchis... que lata que sea tan complejo organizar una fiesta tan bonita, que alegrará a michos niños, y de seguro la recordaran por mucho tiempo... Oye, si no te va bien podrías expandir la solicitud de ayuda, demás que somos hartos los que nos gustaría colaborar con una obra de ese tipo... Ojala te resulte toso y de maravillas.

pwins

9/12/05 11:43  

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