miércoles, enero 04, 2006

About last thursday .....

Después de casi una semana del carrete del jueves anterior, me siento en condiciones de contarles la verdadera verdad. El porque el viernes pasé de largo y si no es por Sergio, todavía estaría durmiendo o en franca cesantía.

Resulta, temprano el jueves recibí un correo de mi amigo Guayo, que junto con ex-colegas se juntarían en el Ebano de la Plaza Ñuñoa a despedir el año. Yo en principio tenía otro lugar donde ir, pero en vista de que se funó, llame a mi compadre para preguntarle si todavía estaban por esos lados. Resultó que si. Asi que me arrimé al Ebano, y conversamos animadamente al calor de un par de Clavos Oxidados. Cuando la cosa se puso fome, partimos a La Batuta, que queda a menos de media cuadra. Es un lugar alternativo, donde tocan rock, se presentan grupos y tiene ambiente medio hard. Entramos justo al final de un festival de bandas no conocidas, donde nos tocó ver a los Green Day Chilenos que no sonaban mal, pero me cargan las copias mal hechas. Después de eso, nos vacilamos un par de rones y unos temas de The Clash, Led Zeppelin, The Cure, esa onda, más o menos.

Cuando La Batuta se empezó a vaciar, nos fuimos rumbo al hogar. Guayo vive en el mismo edificio que yo y andaba sin auto, por lo que fuimos a buscar el mío. Cuando estabamos a punto de doblar en Chile-España, cambiamos rumbo para verificar como estaba la KMASU, una disco que queda en Irarrázaval. Llegamos, me estacioné arriba de la vereda super piola según Guayo, y entramos nada mas ni nada menos que al Salón VIP. Todavía no pago mi entrada. Ahi el cover ya fue la gota que rebalsó el vaso, o el hígado.

Debo reconocer humildemente que después de eso no me acuerdo de nada. Según Guayo, en un minuto me desaparecí y cuando salió a buscarme al auto, ya me habia ido. Obligado a tomar taxi. Yo por mi parte creo haber dicho algo asi como ¡Arre Plata! y esperar que mi auto volviera solo a mi departamento. Igual llegué, no me pregunten como ni me critiquen, OK?

Mientras me duchaba en 2 minutos al día siguiente pensaba "donde dejé el auto, donde dejé el auto". Cuando bajé y lo vi estacionado respiré profundo. Aunque el pobre todavía no se sabe estacionar solo.