Carta a la Sra. Eliana

Sra. Eliana,

Primero que nada bienvenida. No sabe cuanto tiempo esperé que llegara. Usted sabrá que las obligaciones de casa son múltiples, y un hombre solo y con la agenda copada, dificilmente puede cubrirlas todas. Por más que vi "Quien manda a quien" cuando era pendejo, no logré empaparme del espíritu de Tony. Hay algunas cosas que se me dan con facilidad y otras que definitivamente no.

No sabe cuanto tiempo esperé y pensé en este momento. Aquellas tardes de domingo, con 33 grados de calor, encerrado en una pequeña pieza con una plancha en ristre. Tratando de enderezar un canesú, de estirar una manga, de esquivar un botón y de resaltar una pinza. De cuadrar camisetas, poleras jetonas, sábanas gigantes, manteles interminables. Todo eso sin pasar a llevar estampados, alineando tablas y rociando con abundante agua. Creo que sentiré una emoción profunda cuando llegue mañana y pueda usar nuevamente algunas prendas perdidas en el tiempo.

Por favor, trate de limpiar y ordenar todo lo que pueda. La alfombra del pasillo en realidad es tierra, asi que bárrala no más. Trate de botar lo que hay en el horno si logra atraparlo. Yo estuve tratando y es bien inteligente el bicho, oiga. Quítele un tenedor que me robó, o me va a dejar el juego cojo. Busque cualquier trapo para lavar la loza, porque la última esponja mutó y se arrastró por el balcón hacia abajo. Si consigue abrir el microondas, lléveselo que le puede servir. Y el colaless que cuelga de la lámpara no es mío por si acaso, no vaya a creer que ando en cosas raras. Si soy bien machito pa mis cuestiones.

Hay fruta en el refri por si quiere, la compré ayer. La salchicha del primer compartimiento no muerde, es bien amigable. Y no se coma eso que parece brocolí, porque en realidad no lo es.

Un abrazo, Sra. Eliana, espero no se asuste y que siga viniendo.

(la foto es referencial, la Sra. Eliana claramente no es así. Y tampoco tendría un sillón tapizado así)